jueves, 18 de febrero de 2010

Yo (L) San Valentín

Como Andrea, son muchas las personas que no se cansan de criticar San Valentín. Los argumentos son siempre las mismos 2 o 3 frases hechas, cuyo contenido semántico se va desvaneciendo con su automática repetición. Lo acusan de cursi, ilegítimo, inventado, comercial...yo digo BASTA. A mi SÍ me gusta San Valentín, y no me parece nada de eso. ¿Cuál es el plan? ¿Eliminar el día de la madre, el del niño, el del padre? La bandera de la fantochada comercial me hartó los oídos. Nadie obliga a nadie a comprar nada, y no veo lo nocivo en darle un día a los enamorados para que festejen. ¿Festejar todos los días? ¡también!, pero una cosa no quita la otra, hay quienes son despistados y necesitan quién les recuerde de vez en cuando que celebrar es bueno y necesario.

Muchos podrán empecinarse en refutar lo que digo, pero mi principal argumento es ese...¿con qué sentido?¿por qué semejante pataleo por una fecha más que marcar en la agenda y un oso de peluche? Sinceramente no lo entiendo. San Valentín me divierte, incluso sin Valentín, ni regalos, ni tarjetas. Es una recordación, un regalo, una excusa, un principio, un permi so. La cruzada contra "lo comercial" me parece inocua, porque a esta altura del siglo ¿quién sabe lo que es y no comercial? El esceptisismo empecinado me entristece. Los slogans chicaneros me aburren. Ser crítico me parece una actitud ponderable, pero entre la perspicacia y la tontería de lo rebuscado hay una finísima línea.

Dejo para que lean uno de mis textos preferidos, de Julio Cortázar ( ¡un CASI Argentino!) y espero que hayan tenido un feliz día de San valentín.

viernes, 12 de febrero de 2010

¿El día de los enamorados?


Este domingo ha sido San Valentín, “el día de los enamorados”. Un día en que a la gente le encanta hacer regalos a su pareja, aunque sea el peor regalo del mundo.


Personalmente, lo veo algo estúpido, Valentín el santo fue, supuestamente, un mártir romano que fue ejecutado. La celebración del catorce de febrero es un invento de los centros comerciales, de las tiendas, de las empresas. Una creación capitalista para mover más el dinero.


Hay a gente que le encanta esta idea, porque reciben regalos o porque por fin podrán sorprender a su pareja. ¿Sorprenderla? Para eso es mejor tener un detalle con ella cualquier día del año. No necesitamos una excusa, es un detalle porque queremos a nuestra pareja, y la queremos todos los días del año, no sólo “el día de los enamorados”.


Nunca me han hecho un regalo en ese día, y espero que así siga siendo, porque el día en que alguien lo haga, sabré que NO es mi pareja ideal.


Por eso animo a la gente a que no hagan regalos el día de San Valentín. Y menos un regalo tonto o impersonal. Mejor tomaos vuestro tiempo, investigad qué es lo que realmente puede hacerle ilusión a vuestra pareja, y un día cualquiera, cuando menos se lo espere….le dejareis con la boca abierta, le hareis un regalo que realmente le guste.


Por suerte, la mayoría de la gente en la península no festeja San Valentín, aún queda esperanza.

No te guíes por la flecha



Se avecina una de las fechas más universalmente festejadas en Occidente (algunos países como Arabia Saudita lo prohíben directamente por motivos religiosos) .
Al no tener un Valentín con quien festejarlo, personalmente no me genera demasiada expectativa. Pero me causa mucha gracia como existe gente que llegado este día se deprime porque no está en pareja (capaz hubo algún año en que yo me sentí como ellos, no voy a negarlo). Y si es que lo está, se angustia por cómo va a homenajear al otro de una forma romántica y original.

Un reciente estudio de Reuters realizado en 23 países confirmó que el 21% de la población prefiere pasar San Valentín con su mascota... ¿Debe hacernos reflexionar sobre algo? ¿Caer en los típicos análisis sobre pareja que acostumbramos a escuchar en estas fechas?
Dejo más preguntas que respuestas. Amantes y enemigos de cupido... Lo único que puedo decir es que (y utilizaré una expresión muy coloquial y porteña) "¡Loco, dejémonos de joder!". Para los solteros como yo, el amor llegará cuando tenga que llegar. Nada de lloriqueos ni tristezas por pasar un 14 de febrero cenando solos o viendo una película en compañía de palomitas de maíz.
Seguramente mis compañeras bloggers Andrea y Lucila opinen diferente, pero creo que debemos tomarlo como un día más si estamos solos. Y en caso contrario, tenemos una buena excusa para salir con nuestra pareja y pasar un rato agradable.

Argentina, España, Francia, Brasil, etc. En cuestiones tan universales como estas, no hay grandes diferencias que valgan ni estadísticas que puedan posicionarnos en alguna categoría.

Feliz día para quienes estén enamorados... yo, mejor (escuchar audio):
Ir a descargar

viernes, 5 de febrero de 2010

ONGIETORRI de nuevo a nuestro Blog.

Esta semana vamos a contaros una anécdota cada una.
Yo no estaba segura de qué contar, pero cuando Lucila ha dicho que iba a contar su llegada al país, me he acordado de cuando yo fui por primera vez al extranjero.

Me apunté a uno de esos viajes a Cork, Irlanda, en que convives con una familia y vas a clases de inglés por las mañanas. Me tocó vivir con una familia que tenía su casa cerca de las afueras de la ciudad y para ir al colegio tenía que coger el autobús.



Pues bien, el primer día, en el que la mayoría de las familias acompañaban al colegio donde dábamos clase, ningún miembro de la familia con la que vivía me pudo acompañar. Me dijeron dónde coger el autobús, pero no dónde bajarme, así que tuve que preguntarle al conductor. Me costó algo entenderle, pero me dijo dónde bajarme y hacia dónde ir para encontrar el colegio.


Cuando llegué allí no veía a nadie conocido, ninguno de los chicos con los que había compartido el vuelo. Empecé a dar vueltas por el colegio hasta que me convencí de que no era al que yo tenía que ir. Me senté en una silla e intenté pensar que hacer, pero no sabía dónde estaba, no sabía a dónde tenía que ir, y no conocía a nadie. Me agobié y, a pesar de mis esfuerzos, empecé a llorar.


Fue entonces cuando una chica joven se acercó a mí y me preguntó qué me pasaba. Era monitora de otro grupo de chavales que, como mi grupo y yo, había ido a aprender inglés. Ella tampoco sabía exactamente donde estaba mi colegio, pero dedujo cuál podría ser. Me calmó, me dio un mapa de Cork, y me señaló dónde estábamos y a dónde creía que debía ir. Tras un rato de caminar entre calles que para mí eran nuevas, llegué a mi colegio.

No me volví a perder, de hecho, me conocía ya aquella zona como la palma de mi mano. Fue desde entonces cuando empecé a pensar que cuando llegas a una ciudad nueva, lo mejor es perderse. Además, lo pasé genial en Cork, aprendí mucho e hice nuevos amigos.


Andrea Arnal

Disculpá, tenés milanesa?

No es ninguna novedad lo que voy a decir, ni en lo que se basará mi post del día. Aunque no los subestimaré, queridos lectores. Seguramente haya otro cibernauta como yo, no tan acostumbrado a salir de su país por mucho tiempo y que jamás se le habrá ocurrido pensar en esto y que que a mí me resuena todo el día por la cabeza (¡y por el estómago!).
Cómo nos acostumbramos a nuestras cosas, nuestras rutinas, hábitos... ¡y cómo nos acostumbramos a nuestra comida!
Ya llevo 20 días aquí en Pamplona, y podría hacer el siguiente cálculo aproximado:
  • varias salidas a comer afuera,
  • 2 compras en Carrefour,
  • 2 cenas con amigos,
  • 10 almuerzos en la UNAV
Y es increíble como, luego de una deliciosa recorrida por bares probando platos locales, uno busca en el menú algo conocido, algo que en su país hasta hay veces que ya está harto de comer (es más, yo me quejo en mi casa porque siempre comemos lo mismo y ahora mi familia se ríe cuando les suplico que me envíen... ¡comida por correo!).

LA CARNE. Somos famosos por nuestra exquisita carne argentina, ¿quién puede negarlo? No tuve la oportunidad aún de recorrer el resto de España, pero aquí en Pamplona no he conseguido comer un buen bife de lomo, una rica milanesa de ternera napolitana.




(Sí, la milanga -término argento- no es argentina, es italiana lo sabemos - de Milán, milanesa- pero la adoptamos como argentina, y comento para abundar en patriotismo que la milanesa napolitana no es de Nápoles, como bien muchos podrían asociar, ¡la milanesa napolitana es invento argentino!


El otro día conversaba con una profesora compatriota de la facultad de arquitectura de la unav, con quien trabajo en un taller de pintura, y la comida fue nuestro tópico de conversación.
Yo llevo poco tiempo (y ya me quejo), ella varios años aquí y confirmó mi triste sospecha:
- No, Gisela. No se venden milanesas. Mi marido no sabés como las extraña también.


Simpático video de un extranjero enseñando a hacer milanesas


Entonces pensé, "bueno, voy al supermercado, me compro ternera, pan rallado y listo, las cocino en casa".
Pero resultó ser que al pasar por la góndola de carne, vi que ningún corte tenía el nombre con los que podría sacar mi receta a flote. Mis esperanzas se marchitaban cada vez más, pero no se fueron del todo cuando vi a una empleada del sector que podría ayudarme en mi búsqueda y contestarme con un "maja, aquí en España no la llamamos ternera, ni bola de lomo. Toma, esto es lo que precisas".

Pues sí, lo admito, un poco utópico mi pensamiento. Como presuponen, no fue así. Le preguntaba a la mujer, le tiraba mis palabras clave: milanesa, ternera, carne, y nada. Pan rallado, empanar, filete de tenera, nada tampoco. Me negaba que hubiese en Pamplona un corte de carne como el que yo nombraba. Finalmente, un poco saturada (y con razón) por mi insistente capricho de conseguir algo que aquí no existía, me llevó a a la zona de productos congelados y me mostró una caja con milanesas, pero de pollo.
- Muchas gracias, le contesté con una cara que no podía ocultar la increíble angustia que sentía en ese momento, y me fui con mi changuito (carro de compras) a buscar carne de cerdo.


Pero bueno, no todas fueron pálidas en mi búsqueda de satisfacer mi paladar en Pamplona. El otro día, con unos amigos argentinos que están de intercambio al igual que yo fuimos a un restaurant en Iturrama. Se llama La Tablita y cocina pizzas y empanadas, otras comidas muy típicas en nuestro país. Sus dueños, compatriotas, son de la hermosa ciudad de Mar del Plata y lograron apaciguar nuestras necesidades culinarias.

Cena de argentinos en la pizzería La Tablita, atendido por su dueño Raúl.

Pues bien, pido disculpas por la narración entre líneas muy argentas y otras que intentan asomar términos locales, pero espero que les haya servido esta breve experiencia de alguien que recién comienza a desapegarse de su ciudad natal. Amigos, familia, novio/a son aquellos en los que primero se piensa cuando uno se va por tanto tiempo. Pero hay otras cosas que vienen incluídas en el combo de alejarse de su tierra por un rato y que parecen ser (por el momento) irremplazables. Esa es la verdad de la milanesa.













Argentina: comidas y otras yerbas. Creado por Gisela Pasik. http://www.wordle.net/

¿How do you say it in spanish?

Enero en Argentina es sinónimo- para muchos- de playa, vacaciones, calor y amigos. Mi avión con destino a Barajas salió temprano y aterricé del otro lado del océano a las 07:00 am. Con 12 horas de vuelo en mi haber y 6 horas ininterrumpidas de películas: mi lucidez era nula.

_ Disculpe,¿ Cómo llego al subte?
_ ¿Cómo dices?
_ El subte...el que va por abajo de la tierra..el...
_ ¿ Tú quieres decir metro?

Listo. Ahí empezó: un racconto infinito de intercambios desafortunados, desentendimientos, torpezas y repreguntas. retrocedí 14 años y volví a hablar con señas, a balbucear y a ponerme nerviosa: ¿será la palabra que estoy a punto de usar algo de otro planeta? Incertidumbre.

De repente hablar de "vos" es raro. ¡Vos!, ¡absolutamente todo el mundo en Argentina habla de vos!, y de repente resulta formal, arcaico. Lo mismo pasa con el "ustedes". Para nosotros el "ustedes" es informal. Frases como " ¿ustedes que hacen hoy?" entre personas de 20 años no despertarían el asombro de nadie.
Pasé de Bondi a Villavesa
de "departamento" a "Piso"
de "chau" a "hasta luego"
de "dale" a "vale"
de "celular" a "móvil"...


Gourmet
El jamón Serrano costó, pero ya me acostumbré. En Argentina se lo conoce más por "jamón crudo", pero la cara del que atendía el bar del hostel me hizo entender que algo andaba mal. Algo parecido me pasó con la frase "Vamos de pinchos"... ¿Qué es eso de los pinchos?¿qué son?¿ la gente se junta a comer pinchos?¿ hay que sentarse para comerlos?¿de qué son? Hasta que no nos fuimos de pinchos no terminamos de entender esta curiosa - y muy buena- costumbre.

Eso no se dice
Junto con otros 2 argentinos fuimos a una inmoviliaria para buscar un piso. Nos atendió un muy smpático Javi que entre mapas y folletos turísticos se esmeraba por curar nuestra desorientación.

_ Entonces coges la villavesa y ...

Javi se paralizó frente a su mapa lleno de flechas hechas con birome. Nos miró...

_ ¿Se puede decir coger? ¿ No se puede, cierto?

Le dimos luz verde a Javi para no limitarlo en su expresividad, pero la verdad, confieso, la palabra por la que Javi consultó me hacía ruido en los oídos cada vez que la escuchaba. Ahora me acostumbré,creo, aunque cada tanto vuelvo a reaccionar.

¿Y shó qué sé?
El Yeismo...pasé de inadvertirlo a odiarlo en menos de una semana. Nunca fui tan conciente de mi particular y muy nacionalista yeísmo. Allá (ashá), a nadie se le ocurriría pronunciar "IA" (ya) por "SHÁ", pero acá ( ...o aquí) todo el mundo encuentra muy graciosa esta pronunciación. Basta con decir alguna palabra delatora para que alguien la repita intentando imitar la exagerada pronunciacion de la i griega.
En Argentina esta pronunciación se da principalmente en la provincia de Buenos Aires y capital federal. En el interior del país las pronunciaciones difieren bastante.

Argentina en 5 pasos
Habiendo estado casi un mes, y por primera vez, en España entendí que de cada país nos formulamos una especie de top5 básico, y no siempre justo o fiel a la realidad. En el caso de Argentina la sabiduría popular cuenta con estos 5 conocimientos:

1- En Argentina a todo el mundo le gusta el fútbol. Antes era Maradona el principal referente, hoy, Messi.

2- En Argentina el insulto por excelencia, uso y abuso es : B@lud@. Sí, tengo que admitir aunque no me guste que cuenta con amplia popularidad y su uso es muy corriente, casi como muletilla, sobre todo entre amigos: " che, b@lud@, ¿víste eso?"

3- Yeísmo: " Sho me shamo shessica sholanda..."

4- El Che. El Che Guevara, símbolo mundial, estampado en tazas, banderas, pins, mochilas, etc, etc. Pero también el CHÉ per se. El CHÉ como interjección: "Che, loco"

5- Carne, asado, dulce de leche y mate.

La música también habla de cómo somos...
TANGO: " Siempre se vuelve a Buenos Aires" - Eladia Blazquez y Astor Piazzolla
POPULAR: "La argentinidad al palo" - Bersuit Vergarabat
"Buenos Aires" - Fito Páez con Joaquín Sabina

Hay quienes saben captar y reproducir los distintos ascentos y modismos....

(No se puede encriptar, pero vale la pena) --> ¡VER!

Y hay quienes NO...


jueves, 4 de febrero de 2010

Principio



Soy Lucila Sarquis y tengo 20 años. Nací en Argentina, Buenos aires y ahí vivo desde entonces, en el barrio de Belgrano. Estudio comunicación Social en la Universidad austral así se llama, sin ningún agregado, sin ninguna orientación.
Llegué a la UNAV casi de casualidad, decidiendo todo a último momento ( como siempre) y no muy convencida de lo que iba a hacer. Pasé de verano a invierno, de pesos a euros, y del "vos" al "tú", por mencionar sólo algunas cosas.
Pamplona y Buenos Aires son lugares muy distintos, aunque calificarlos de opuestos sería demasiado simple. Nos proponemos en este Blog ofrecerles puntos de vista distintos sobre cosas de todos los días. Por mi parte puedo aportar una mirada poco acostumbrada a todo, un poco víctima y un poco beneficiaria de la mirada torpe y fácil de asombrar del extranjero.

COSAS QUE ME GUSTA HACER: Dibujar, Escribir, Tomar mate, ir al cine, leer (en este momento: Cien años de soledad, esquiar, salir, comer ( Palta, jamón serrano, pan den queso, milanesa napolitana, pizza), hablar por teléfono.
OBJETOS QUE ME GUSTAN: Las fotos, los post-it, los esmaltes, los stickers, las agendas, los aros, las billeteras, las velas, los almohadones, las lámparas de mesa, las cremas, los perfumes, las pulseras, las tazas, las calcomanías, los caracoles, los llaveros.